El exvicepresidente obtuvo la prelibertad temporal el 28 de noviembre de 2022.

Este martes, un conjunto de ciudadanos solicitaron la liberación del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, mediante un plantón en las proximidades de la cárcel de alta seguridad La Roca, en Guayaquil, donde está recluido.

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Según imágenes difundidas en redes sociales, individuos de diversas provincias arribaron a las proximidades del centro penitenciario con carteles y consignas.

La acción se incluyó en la jornada convocada por el Comité Internacional que solicita la liberación del exvicemandatario, quien ha estado encarcelado desde el 5 de abril pasado, cuando militares de Ecuador ingresaron a la embajada de México para arrestarlo. 

Diversas voces desde diferentes países se unieron al respaldo a Glas, de acuerdo con las publicaciones en la cuenta X del Comité Internacional.

La semana anterior, más de 220 individuos de 15 naciones, ex líderes estatales, abogados, legisladores, académicos y representantes de entidades internacionales y movimientos sociales, firmaron un escrito en el que pidieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos extender las medidas preventivas actuales para Glas.

El coordinador del Comité, Sacha Llorenti, indicó que una representante de la CIDH visitó al exvicemandatario el 28 de octubre pasado en La Roca y hasta el momento no se ha producido una declaración.

Impulsó a esa entidad a emitir un dictamen lo más pronto posible, debido a las circunstancias del exvicepresidente, a quien se le han limitado las oportunidades en las instituciones ecuatorianas y es imprescindible asegurar su vida e integridad, además de una restitución del estatus de asilado diplomático.

El exvicepresidente, visto como un emblema de la persecución judicial o «lawfare» en Ecuador, obtuvo la prelibertad temporal el 28 de noviembre de 2022 tras la unificación de dos condenas de seis y ocho años por los casos Odebrecht y Sobornos; no obstante, la medida fue anulada. 

A principios de este año, la justicia ordenó su detención por supuesto peculado en el caso conocido como Reconstrucción de Manabí, que indaga sobre un supuesto abuso en obras públicas después del sismo de 2016.  

El 5 de abril de este año, fue el día en que militares invadieron la embajada mexicana en Quito con el fin de apresarlo por orden del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa.

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